Se encuentra roto, roto por dentro; no sabe porqué pero si
sabe que no puede más que está roto, roto por dentro.
Intenta encontrar una lucecita que le guie, tiene a sus
maestros, guías y seres queridos, tiene a los señores e incluso tiene a todo el
universo a su disposición… Algo le falta, algo no encuentra… ese algo que hace
que no esté centrado y en cualquier momento, con cualquier tontería estalle
como un cohete, sin control. Comprende que los de alrededor se pregunten cosas,
comprende que le miren raro, comprende que no le entiendan… como coño le van a entender
si el mismo no se entiende no ve el camino…
Luego le dicen:
La vida es como un eco, lo que das recibes,
Lo que siembras cosechas.
Lo que ves en otros es tu propio reflejo.
La vida es como el eco, siempre te devuelve lo que le das.
Pues vaya mierda porque tengo la impresión de no recibir
nada y cuando recibo algo encima es mas mierda, no sé cómo romper este círculo
vicioso y lo mas que hago es enredarme más en ello, no veo la forma de salir y
sobre todo esa ira, esa ira que todo lo destruye, esa ira que llega a ahogarme
y no me deja respirar, esa inmensa sensación de que nada sirve de que no hay
puta solución a tus gilipoyeces, de que no hay solución para mantener tu cabeza
en calma, esa puta sensación de que todo está perdido…
En cierto momento le dicen que si tiene cojones se mire al
espejo y sea consciente de lo que ve y que se acepte tal como es, se mira y ve.
Ve una tremenda soledad, una tremenda tristeza en su alma, una tremenda amargura, ve que no se siente bien, que no se siente querido, ni valorado, ni… ¡ni nada
coño!. Sigue mirando a esos ojos que le miran desde el espejo y se da cuenta de
que todo da igual, de que ya está muerto y nada de lo que intente servirá, se
da cuenta de que está muy muy cansado, de que no encuentra alicientes, de que
todo le sobrepasa… Ve que le encantaría meter la cabeza debajo de la almohada y
salir dentro de dos o tres meses pero… claro eso no se lo puede permitir, hay
personas que todavía le necesitan, bueno, al menos eso es lo que se cree él,
quizá los suyos estuvieran mejor lejos de él, sin ver como poco a poco se va
destruyendo, como se va quedando en nada…
Ah, esos putos ataques de ira, esa profunda amargura, que le llenan la cabeza hasta
rebosar, hasta escapársele, hasta hacerle perder el control…
Ah, esos ataques de ira sin control, sin saber de dónde
vienen ni a donde van.
Esa profunda tristeza, esos días enteros, días, ¡Ja¡,
semanas enteras sin una puta sonrisa por su parte. Hace mucho tiempo que no
sabe si a su alrededor hay sonrisas porque no las siente, no le llegan, no le
atraviesan y le llenan, quizá fuera buena idea cambiar las sonrisas por la ira.
Quizá fuera la mejor forma de ganar la batalla para poder llegar a casa, a su
casa. Su alma se siente profundamente atormentada ante la posibilidad de no
estar haciendo las cosas ni medio bien, se siente mal ante la posibilidad de
que nada de lo poco que ha conseguido sirva para algo, tiene la sensación de
que nada de lo que hace es importante…
Que importante sería poder hablar, poder llorar, poder reírse.
Que fácil sería entonces sacar todo de dentro, que fácil sería vaciarse como
una copa de mal vino, porque así es como se siente como un mal vino que se ha
estropeado.
Lo sabe, todo el mundo lo tiene claro, él sabe parte de la
solución, lo malo es que quizá no tenga valor para ponerla en juego y
utilizarla a su favor…
La solución eres TU.