Habían pasado unos doscientos años estándar para él, para la
Tierra no era capaz de cuantificarlo. Había recorrido miles de años luz
buscando el centro de la vía láctea intentando encontrar esa gran masa de
estrellas y luz que debían de llenar el centro de la galaxia, pero solo se
había encontrado con un enorme agujero negro que se iba tragando la galaxia
poco a poco. Después de bordearlo consiguió tomar velocidad hiperlumínica para
intentar volver a la Tierra… Solo el cielo sabe que se encontraría.
Por suerte la nave estaba preparada para explorar posibles
planetas y cuando llegó a la Tierra pudo entrar en la atmósfera y descender en
un pequeño vehículo de exploración.
Aterrizó en una vieja y derruida ciudad. A lo lejos se veían
unas extrañas formas que eran irreconocibles para él.
Partió de la playa e intentó acercarse a esas extrañas
estructuras, no había gente, las plantas crecían salvajes, no sabía donde había
aterrizado ni qué era lo que había pasado.
Tomó por lo que en otro momento debieron ser bulliciosas
calles y, por fin, escuchó un niño reír,
su cara se iluminó, la risa salía de un edificio con un cartel todavía legible.
Ya sabía dónde estaba, ya sabía que había gente, quizá el único lugar con seres
humanos en muchos kilómetros, el cartel
decía:
Les Dàlies apartaments, Salou.
Si tenéis pensamiento de ir a Port Aventura, en Salou cerca
de la playa y cerca de Port Aventura hay unos apartamentos llamados Les Dàlies donde te tratarán a ti y a tu familia como te mereces y,
por supuesto a buen precio.