A las pocas semanas en estos entes se empezaron a enceder unas luces... primero unas rojas en lo alto y, mas tarde, unas blancas en el resto. Los humanos no se lo creían, había algo que podía dar luz por las noches¡¡¡.Puesto que no se movian ni hacían nada, aparte de llenarse de luces, nadie se preocupó de ellos, los humanos se limitaban a ir en una especie de peregrinación como si de unos dioses se tratara.
Un buen día alguien se dió cuenta que, aquí y allá, volvía a haber algunas farolas, primero unas cuantas y poco a poco todas las farolas desaparecidas. A las pocas semanas las farolas empezaron a lucir debilmente para poco a poco ir incrementando su luminosidad...
Allí siguen estos entes en medio del Paseo de la Castellana, en lo que llaman Plaza de Cibeles, como un monumento a la estupidez humana, nadie sabe de donde vinieron ni que hicieron, solo sabemos que las farolas volvieron y que, por fin, la humanidad volvío a iluminarse.
A Amado pareció que no le gustó que se terminara la historia...
Laura, cuando nos vas a contar algo de este edificio?
5 comentarios:
sI ME DESCONCERTÓ LA primera parte, esta segundo (¿y última?) ya me deja dscolocao del tó.
Yo es que no doy para más, pero por lo menos, de día no necesito farolas, y de noche pa què, si no salgo ya.
Un saludo.
A los enamorados/nos gusta la oscuridá.
Parece un relato escrito por Ray Bradbury
Me gustan tus hitorias, se nota de que pie cojeas ;-) A ver si consigo unas fotos, un poco de tiempo, inspiración y te cuento algo de esta joyita.
Besos.
Amado, de eso se trata de descolocar al personal.
Pepe, no me digas eso que mira que si me lo creo y sigo escribiendo ralladuras mentales....
Laura, me alegro mucho que te gusten estas historietas.
Felices fiestas y próspero Año Nuevo.
Un abrazo.
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