Domingo por la mañana. Temprano como todos los Domingos, mi padre me despierta y tras desayunar me lleva al Paseo donde tomamos el 22 hasta Legazpi, aquí tomamos por el Paseo de las Delicias y subimos paseando pero a buen paso, montones de enormes edificios me miran mientras intento seguir el paso de mi padre y finalmente llegamos a Atocha, Atocha con su enorme estación...
¿Donde vamos?: ya lo verás, creo que te va a gustar...
Pasamos la estación y empezamos a subir una cuesta y... no me lo puedo creer, montones de casetas llenas de libros, libros antiguos, oliendo a viejos a moho y a polvo; montones de libros nuevos con ese olor peculiar que tienen los libros nuevos...
Papa, pero... esto... yo...
Ja, ja, ja, si te portas bien te dejo que mires todos los libros que quieras y luego te compro uno. Leer es muy importante, cualquier cosa, siempre puedes sacar algo interesante de cualquier libro, a la cabeza siempre hay que estar metiendole ideas y historias. Un hombre que lee acabará siendo un tio inteligente.
Me pongo a mirar y libros y mas libros, ¡montones de libros!, cual compro uno de ciencia ficcion de naves interestelares, de guerra, de historia, de tiros... finalmente y después de tirarme dos horas buscando y rebuscando encuentro uno que me gusta, se llama: A través del oeste de Karl May y consigo que mi padre me lo compre. Un libro en mis manos, una historia completa para poder saborearla una y otra vez, además es de indios y vaqueros, UN LIBRO¡¡¡¡
Después de la compra un paso por El Brillante a comer un bocata de calamares y en la plaza de detrás a tomar el 86 de vuelta a casa. De camino, pienso que soy el tio mas feliz del mundo, tengo un libro que será el primero de otros muchísimos.
Algo así he intentado inculcarles a mis hijos con respecto a la lectura con Cris lo he conseguido con Pablo... todo se andará
5 comentarios:
Que chulo...
Además de tu madrid recóndito descubro al tío Flores como padre que da sorpresas. Muy bonita historia.
Besos.
Sisi, muy bonito pero yo quiero ir...................
Laura, para alguien que aprendió a leer en la mili no está mal.
Cris, no tengo dinero para comprar la cuarta parte de los libros que me gusten a mí, como para pensar en los que te gusten a tí, ni a plazos llegamos
El otro día oí en la tele una historia de una madre y su hija pequeña en la feria del libro mirando y mirando libros de cuentos no sabia cual elegir y cuando por fín se decidió la madre pagó su libro y cuando la niña lo tuvo en sus manos, lo primero que hizo no fué leerlo ni mirar los dibujos no, lo abrió por el centro y se lo arrimó a la cara para olerlo, ese olor que os gusta tanto a los lectores tú lo sabes bien y fíjate me acordé de tí ;)
La Cuesta de Moyano es un sitio mágico. Aún me acuerdo la primera vez que me llevó mi padre
Salu2
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