Otra preciosa calle, en esta si cabian los coches.
La gracia vino cuando andaba yo mirando esta preciosa puerta cuando apareció la dueña con una llave que pesaría medio kilo y claro uno que es un poco bocazas le dijo: como para perder la llave. A la mujer le debió de hacer gracia y cuando volvió...
Me dijo: pase usted, que si le ha gustado la puerta creo que lo que hay dentro le gustará mas, en efecto una preciosa casa solariega en el centro del pueblo, con su jardín y todo pero lo que mas me gustó, por eso pedí permiso para hacer alguna foto, fué esta espectacular bodega debajo de la casa y con entrada desde la calle...
La mujer me dijo que antes envasaban vino y allí era donde lo almacenaban pero que ya se sabe solo tenian hijas y no habian querido seguir con el negocio; incluso me contó que lo que mas le gustaba era hacer vino quina, incluso me enseñó alguna botella...
2 comentarios:
Hay momentos así y personas amables que te dejan entrar en sus casas simplemente porque nos quedamos admirándolas. A mi me pasó algo parecido en Val de San Lorenzo en León, donde me enseñaron un telar tradicional y un batán simplemente porque estaba mirando la casa.
Salu2
Qué gozada cuando ocurre algo así, como ésto o lo de Juan Carlos.
eso si que es viajar, al interior de las cosas y las casas. Los demás semos unos p. guiris.
Esta entrada merece una estrella.
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