Hace tiempo perdí a alguien, no sé muy bien cómo pero un
buen día ya no estaba allí, después de mucho buscar descubrí que todavía
quedaba su recuerdo, descubrí que debía de aferrarme al recuerdo para que
doliera menos, no sabía que siempre duele...
A ti que lees esto te pido que si encuentras la sonrisa más
maravillosa que puedas ver recuérdale que antes yo formaba parte de ella.
Recuérdale que
conmigo aprendió a soñar y a ver la vida
a lo grande, en plenitud.
Recuérdale como miraban esos ojitos queriendo verlo todo
desde el principio.
Recuérdale como preguntaba una y otra vez sobre las cosas
que se le pasaban por la cabeza.
Recuérdale como aprendió que era tan importante como el que más.
Recuérdale que yo formaba parte de sus abrazos.
Recuérdale que yo esperaba sus besos cuando me decía que no
tenía más y que tenía que hacerlos.
Recuérdale que siempre intenté que se sintiera importante,
siempre supo que era importante.
Recuérdale que los que estaban siempre alrededor siguen
queriendo formar parte de su vida.
Recuérdale las muchas risas que siempre hubo.
Recuérdale que la vida es movimiento y no todo sale como
siempre deseas.
Recuérdale que todo lo que merece la pena hay que lucharlo y
nunca tirar la toalla.
Recuérdale…
Ayuda a que recuerde.
Si encuentras los ojos más bonitos que nunca hubo, siempre
chispeantes de inteligencia y de alegría dile que solo espero que en algún
momento encuentre su camino y que por fin, a pesar de que sea sin mí, sea feliz.
Y si en algún momento decide volver aquí estaremos, como
siempre, con los brazos abiertos.
3 comentarios:
Bonita foto y buen relato.
Me llegó al corazón, amigo.
Un abrazo.
No sé si aferrarse al recuerdo de alguien perdido amortigua el dolor, es posible; pero sí creo que nos humaniza como pocas otras cosas.
Saludos.
Publicar un comentario