jueves, 11 de junio de 2020

¿Cambios?, ¿Que cambios?


Partiendo de algo que me preguntaron el otro día me gustaría reflexionar sobre este lío del bicho.
el otro día mi hijo Pablo me preguntó: ¿Que se siente cuando sabes que esos aplausos, los de las ocho, también son para ti?
Al principio muy al principio si me sentí un tanto identificado con el tema de los aplausos y el tema de que todos los que andábamos por la calle eramos héroes; para mí un héroe es alguien que pone en peligro su vida pudiendo hacer otra cosa, yo me he limitado a seguir currando que es lo único que podía hacer, salir a la calle a ganarme los garbanzos. Si pudiera haber hecho las cosas de otra forma me habría quedado en casa tan tranquilo pero, es lo que tenemos, en mi casa tenemos que comer todos los días y además varias veces.


Que hemos conseguido o que es lo que va a quedar del bicho, me temo que nada, me explico:
Todos, los que han estado confitaos, yo no lo he estado, han seguido un proceso y el proceso es muy curioso...
Las primeras semanas, como sabían que iban a estar una temporada en casa han ido probando cosas y han descubierto que si no vas a comprar y lo pides por internet hay un "héroe" que te lo lleva a tu casa, y entonces todos descubrieron los beneficios del ejercicio y pidieron todo tipo de maquinas para hacer ejercicio en casa, eso si daba igual que el "héroe" llevara cuatro o cinco horas por la calle el que pedía la maquina no estaba dispuesto a salir a la calle pero quería que entraras a su casa y dejaras los trastos donde ellos creyeran conveniente, no se dieron cuenta en ningún momento de que el "héroe" que le llevaba su bicicleta estática era un posible vector de contagio pero a ellos les daba igual querían su cinta en su buhardilla que es lo que ellos necesitaban, menos mal que la política de la empresa dice que tu lo compras por internet, que es mas barato, tu te haces cargo de ello en el portal.


Luego pasamos a la fase en que empezamos a llevar todo tipo de cosas: ropa y mas ropa, todo tipo de cacharros de Internet, todo tipo de cosas (he llegado a llevar chocolate) y, lo mejor vinos y bebidas espirituosas y, claro como me dijo una señora: "Tengo 63 años y mi marido 81 y como comprenderá no vamos a salir a la calle ni a bajar al portal a por las tres cajas de vino subamelas vd. y ya que está cruce el salón y por ese pasillo la segunda puerta es la cocina y me lo deja allí", claro mi contestación fue que ella no sale de su casa ni su marido tampoco pero yo sí y llevo toda la mañana dando vueltas por Madrid y ni ellos ni yo sabemos si estoy contagiado o no. No os cuento la cara que se le quedó.


Luego vemos que las empresas funcionan de la ostia, la mía me dio una charla de como tenía que comportarme en relación con el bicho y que medidas debía de tomar el veintitantos de Mayo, no me he confundido de mes.
Y ahora estamos en la fase en que todo el mundo necesita una bicicleta para salir a la calle y una piscina para refrescarse. Que le vamos a hacer.
Me gustaría creer que algo va a cambiar y que las buenas palabras de los primeros días van a quedar en algo mas que en palabras. Yo, al menos, con la cosa de salir a las ocho a aplaudir he conocido un poco mas a mis vecinos. 
Por cierto hoy estuve en una residencia de ancianos y esos si que te agradecen que pongas todas las medidas que tengas y mas para intentar no meter nada dentro que no debas.
Algunos hicimos y hacemos lo que teníamos que hacer que es salir todas las mañanas a ganarnos el pan como siempre pero...
Las frases-pensamientos mas escuchados ahora son: Me ha venido bien tener que estar en casa, me he reencontrado con la familia, he hablado mucho con mi pareja, he descansado, he leído, he hecho todo eso que nunca tenia tiempo para hacer, me he hartado de ver series y películas de oír música pero...
Que putas ganas tengo de que vuelva la normalidad,
Pues yo no he hecho nada de eso pero que ganas tengo de que vuelva la normalidad, esta, la otra, la nueva o la vieja.
Todo tiene que cambiar
para que nada cambie

1 comentarios:

Raul dijo...

Claramente las vivencias de esta temporada han dependido de cada circunstancia personal. Personalmente mi balance es positivo y supongo que cambios hay, aunque no en la conciencia. No somos mejores que antes.

Pero seguro que la naturaleza y el aire lo han notado. Menos coches al menos.

Y además es tiempo de replantear la forma de trabajar y de comprar. Eso sí, mi querido Flores, no te va a faltar trabajo.